Las grullas que cada año llegan durante su migración a la laguna de El Hito, en Cuenca, no son conscientes de la animadversión que despiertan desde ayer entre muchos vecinos del cercano Villar de Cañas. Este municipio de medio millar de habitantes fue elegido por el Gobierno en
011 para acoger el cementerio nuclear que pretendealbergar los residuos radiactivos de España. Pero la Junta de Castilla-La Mancha se ha propuesto impedirlo utilizando una medida de corte medioambiental: ampliar de 1.000 a 25.000 hectáreas la zona protegida alrededor de la laguna de El Hito, hogar temporal de las grullas, lo que daría al traste con el proyecto nuclear.
011 para acoger el cementerio nuclear que pretendealbergar los residuos radiactivos de España. Pero la Junta de Castilla-La Mancha se ha propuesto impedirlo utilizando una medida de corte medioambiental: ampliar de 1.000 a 25.000 hectáreas la zona protegida alrededor de la laguna de El Hito, hogar temporal de las grullas, lo que daría al traste con el proyecto nuclear.
La mayoría del pueblo ve en este proyecto un salvavidas económico y social, ya que supone inversiones y empleo para una zona despoblada y deprimida. La decisión de la Junta, que ha cambiado de Gobierno en las últimas elecciones, no
